ETAPAS DE LA IMPLEMENTACIÓN DE UN SISTEMA DE CALIDAD
LA SENSIBILIZACIÓN
Es la primera etapa de la implementación, aquí es vital comenzar creando o desarrollando una cultura organizacional propia y el ambiente propicio para las actividades venideras. La sensibilización debe estar enfocada en los diferentes niveles de las organizaciones:
NIVEL OPERACIONAL:
Se debe preparar al personal para adoptar o incorporar a su trabajo diario pequeños detalles o rutinas que, por lo general, se omiten o se consideran irrelevantes.
Por ejemplo: diligenciar un formato en el momento y hora indicada. Así mismo, motivar para que participen en la elaboración de los documentos y propuestas que beneficien los procesos en los cuales participan (ver principios de calidad).
NORMA ISO 9000:2000
Casi en la mayoría de los casos, el personal operativo es muy receptivo a este tipo de programas, pero es quizás el más sensible, por tal motivo no se pueden crear falsas expectativas.
Lo más nocivo para un SGC es motivar al personal y no dar continuidad a la implementación porque el personal puede perder credibilidad en los líderes del proyecto.
LOS NIVELES INTERMEDIOS:
Son de vital importancia por ser el enlace entre la dirección y la operación. Por tal razón son los encargados de canalizar las ideas del personal operativo y ponerlas en paralelo con las directrices administrativas. En dicho nivel, el personal debe tener un amplio conocimiento de la operación para saber en qué momento delegar, dirigir o controlar. Por lo tanto, es necesario motivarlos, haciéndoles énfasis en la responsabilidad y autoridad frente al SGC.
EN EL NIVEL DIRECTIVO:
Es donde se debe realizar una sensibilización más profunda. Por lo general, las direcciones expresan su apoyo destinando los recursos necesarios, sin embargo, esto no es suficiente, el comportamiento y el conocimiento de la dirección sobre el tema es vital para el éxito del proceso. La participación activa de los directivos en los procesos de implementación hace la diferencia entre el éxito o el fracaso.
Actualmente es muy común observar a altos directivos de las organizaciones enseñando a los operarios como realizar e interpretar una gráfica de control con los datos y situaciones reales. Estos detalles, tan sencillos aparentemente, hacen la diferencia y evidencian la aplicación de los principios de calidad enunciados en la norma ISO 9000:2000, Liderazgo y Participación del Personal. Sin embargo, todavía prevalecen los casos en los que al interactuar con los gerentes acerca de sus actividades del SGC, éstos contestan con parquedad y, de inmediato, invocan la presencia del encargado de la implementación o la de sus asistentes.
DIRECCIONAMIENTO Y DOCUMENTACIÓN
En esta etapa, se empieza a consolidar todo aquello que se ha pensado para el funcionamiento del SGC.
ESTRATEGIAS:
A nivel directivo, debe plantearse el direccionamiento de la organización, en especial para dar cumplimiento a la norma ISO 9001, en lo referente a la Política de Calidad (Capítulo 5.3), Objetivos de Calidad (Capítulo 5.4) y Planificación del SGC (Capítulo 5.4).
A nivel ejecutivo y operativo, comienza a documentarse lo que hace la organización, establecer la estructura documental, identificar y caracterizar los procesos (Capítulo 4.1), realizar los procedimientos documentados que exige la norma y escribir los procedimientos necesarios que soporten la operación de la organización: qué se hace, cómo se hace, quién lo hace, dónde se hace, cuándo se hace, porqué se hace y dónde queda registrado.